El sistema nos ha formado dedicándole un solo día a los seres que amamos, comprando
el cariño a través de regalos superfluos, convirtiéndonos en una sociedad de consumo,
vaciando nuestros bolsillos para llenar corazones desolados que por el resto de los días
están llenos de tristezas, abandonos, humillaciones, traiciones entre otras cosas, como si
solo un instante fuera para celebrar las maravillas que somos y que tenemos a nuestro
lado.